Datos abiertos: 

lo que nos une 

y nos mueve

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Abre Latam y IODC: una oportunidad para nuevas discusiones

 

Hace un año estábamos en Costa Rica afinando los detalles para recibir a esa comunidad vibrante, creativa y plural que usa los datos abiertos para avanzar hacia sociedades más justas e igualitarias. La quinta edición de AbreLatAm-ConDatos fue un encuentro inolvidable, lleno de ideas y abrazos, de historias y proyectos inspiradores, de preguntas y propuestas para mejorar nuestro trabajo.

Mucho ha sucedido en nuestra región desde entonces: terremotos en México, crisis políticas en Nicaragua, Guatemala y Venezuela, procesos electorales donde hemos visto crecer la presencia del fundamentalismo, complejos escenarios financieros y fiscales en Argentina y Costa Rica, nuevos casos de corrupción, la poderosa lucha de las mujeres por el aborto, la opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor del matrimonio igualitario y el derecho a la identidad de género… por citar sólo algunos acontecimientos.

A una semana de la Conferencia Internacional de Datos Abiertos, la sexta edición de AbreLatAm-ConDatos y otra decena de eventos open-todo, nos preguntamos cómo los datos abiertos pueden ayudarnos a transformar esta región tan mágica y desigual. Seguro daremos con algunas respuestas en Buenos Aires, pero ahora es el momento para soñar sobre algunos de los temas en los que podríamos contribuir a buscarlas.

5 años de Abre Latam. Foto: Fósforo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Contratos abiertos: más allá de las herramientas y los procedimientos que pueden hacer más transparente todo el ciclo de contratación, creemos clave hablar sobre cómo poner a todas las personas y todos sus derechos en el centro de las contrataciones gubernamentales. No se trata sólo de lograr que los Estados sean más eficientes, se trata de lograr que estén al servicio de la gente.

Gobierno abierto feminista: celebramos este enfoque y su potencial para poner los principios del gobierno abierto al servicio de la igualdad. Nos encantaría trabajar para que sea una apuesta inclusiva, no binaria, interseccional y que favorezca la participación de poblaciones históricamente excluidas en la co-creación de soluciones basadas en datos abiertos.

Datos abiertos y corrupción: para prevenirla, denunciarla y sancionarla necesitamos contar con datos relevantes, actualizados y abiertos, con una cultura que favorezca la transparencia, con espacios seguros (online y offline) para que periodistas y sociedad civil puedan hacer su trabajo libre de amenazas. Y sí, necesitamos co-diseñar soluciones con el sector privado. ¿Cómo lograrlo?

Justicia abierta: ya sea para pedir cuentas, buscar justicia o conseguir trato de favor, los poderes judiciales están en la mira de la ciudadanía, partidos políticos, élites económicas, personas corruptas y corruptoras. Se trata de un sector aún muy opaco y poseedor de datos valiosos para garantizar nuestros derechos. Hablemos de cómo se eligen las magistraturas, de cómo la justicia abierta puede ayudarnos a combatir, por ejemplo, la violencia contra las mujeres y los crímenes de odio.

Verificación de datos y crisis políticas y humanitarias: miles protestaban en las calles de Managua, había represión, los medios hablaban de muertes y desapariciones. ¿Era verdad? ¿Quiénes eran? ¿Dónde estaban? ¿La situación continúa? Algo parecido sucedía tras el terremoto del 19S en México. En ambos casos la verificación de datos fue clave. ¿Cómo nos organizamos para responder de manera más ágil y efectiva? ¿Cómo cuidar la información, la mente y el corazón de los equipos de verificación? ¿Cómo hacer para que más gente esté lista para sumarse a esos esfuerzos?

Arte, periodismo y tecnología: nos cuesta imaginar el cambio social sin estos tres elementos y nos encantaría que transformáramos el mundo uniéndolos, mezclándolos, haciendo que unos saquen lo mejor de los otros. Hablemos de data art, periodismo, cultura pop, arte digital y callejero que combatan la desinformación y lleven historias, datos y propuestas a la mente y al corazón de la ciudadanía.

Y en esas discusiones escuchemos a todas las voces posibles, abracemos la (auto)crítica, combinemos juventud y experiencia, sumemos a la gente que se ve afectada por esos problemas que intentamos solucionar con datos abiertos. Hagámoslo liberándonos de miradas coloniales y patriarcales, siendo conscientes de nuestros privilegios y poniendo toda nuestra pasión, creatividad y ternura al servicio de aquello que nos une y nos mueve.