Por Consuelo Mora Benard
Hace tres años, celebramos con nuestras socias de “Adelante con la Diversidad”, la aprobación de una ley de identidad de género en Bolivia. Para muchas personas, el 21 de mayo de 2016 significó un renacimiento: fue el día en el que pudieron ejercer al fin sus derechos humanos básicos.
Imagínense tratar de sobrevivir, participar en activismo, votar, auto-reconocerte y recibir reconocimiento sin documentación legal. Imagínense tratar de vivir tu vida con la de alguien más.
Esto es lo que tuvieron que pasar Yohana Pérez, Pamela Valenzuela, Moira Andrade, Patrick Gantier y Mariana Irina durante sus vidas enteras. Este año, varias de estas personas celebraron el inicio de sus vidas con su identidad auto-reconocida.
¿Quieren conocer más sobre estos y estas activistas? Vean la versión completa de este corto documental hecho por nuestros y nuestras colegas del programa VIH Bolivia.
Pasos hacia adelante
El año pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una opinión consultiva que determinaba que el matrimonio igualitario y la identidad de género auto-reconocida eran derechos humanos, mandatorios para todos los países firmantes de la Convención Interamericana de Derechos Humanos. Esto incluía la mayoría de los países de América Latina.
Aún si muy pocos países se han plegado a este mandato, celebramos el día del Orgullo LGBTI reconociendo los pequeños pasos que estamos tomando hacia una región colorida, diversa y abierta. Ecuador acaba de aprobar el matrimonio igualitario hace unas semanas, acompañando a Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y México.
Pasos hacia atrás
No todos los países han dado los saltos que ha dado Bolivia. Muchos países de la región tienen leyes que criminalizan el matrimonio igualitario. Esto incluye una parte del Caribe, donde nuestros socios y nuestras socias de la plataforma Derechos Aquí y Ahora trabajan por derechos sexuales de las personas jóvenes. Esta iniciativa es también fuerte en Bolivia y Honduras.
Desafortunadamente, hay aún una gran deuda con hacer cumplir los derechos de la comunidad trans a pesar de la urgencia por aprobar una ley de identidad de género. En una región donde la expectativa de vida para una persona trans es de 35 años (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), sólo 2 países de la región además de Bolivia cuentan con una ley de identidad de género: Argentina y Uruguay.