Cuando José Antonio Minota, líder juvenil colombiano entró en el museo Casa de las Memorias de Cali, no solo lo hizo como participante en un taller, también acudió como alguien decidido a recuperar un espacio cívico en el que los jóvenes afrodescendientes como él suelen ser invisibles. Preparado con música e historias de resistencia de su vibrante barrio, la Comuna 20, fue uno de los muchos asistentes que encarnaron el propósito del encuentro nombrado: «Defender el espacio cívico étnico en Colombia», organizado en el marco de nuestro programa Conecta, Defiende, Actúa! (CDA).
«Hago mensajes para recuperar la identidad y la visibilidad», dijo José durante el taller. «Cuando creo narrativas, destaco la riqueza cultural de las comunidades afrodescendientes y abordo cuestiones como la exclusión y la violencia. Esto me empodera porque transforma nuestras historias en herramientas de defensa».
Y ese era el objetivo del taller: garantizar que las comunidades étnicas no solo se incluyan en los espacios cívicos, sino que también sean protagonistas en darles forma.
Las voces de la comunidad recuperan su poder
El taller, organizado en colaboración con la Fundación SIDOC, reunió a representantes de seis organizaciones afrodescendientes e indígenas de todo el país. Acudieron para crear mensajes y narrativas arraigados en las voces de sus propias comunidades.
El entorno histórico de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación, donde se celebró el taller, sirvió como recordatorio del camino colectivo hacia la paz, la identidad y la justicia. Los participantes trabajaron codo con codo en sus mensajes, historias y narrativas digitales centradas en un enfoque de derechos étnicos para la participación digital y la rendición de cuentas de las plataformas. Fue un acto de recuperación del poder narrativo.

Invertir en las voces marginadas
Para nosotros en Hivos, y a través del programa CDA en Colombia, fortalecer las voces cívicas de los jóvenes afrodescendientes e indígenas no es una inversión opcional, sino que es esencial para construir una región más justa e inclusiva.
Nuestra directora regional para América Latina, Tanja Lubbers, lo explicó con más detalle durante el taller. «Las voces de los jóvenes son muy importantes para nosotros. A menudo se dice que los jóvenes son el futuro, pero para nosotros también son el presente. Lamentablemente, sus voces no siempre se escuchan, y eso tiene que cambiar».
Tanja destacó que la larga historia de conflicto de Colombia está entrelazada con el abandono de los jóvenes, donde las narrativas dañinas y la exclusión pueden silenciar a las comunidades marginadas.
«Los jóvenes aportan ideas innovadoras y perspectivas valiosas, por lo que debemos involucrarlos en todos los procesos. Debemos aprovechar al máximo su talento».
Por eso nos comprometemos a crear plataformas que den voz a las comunidades locales, no como beneficiarias pasivas, sino como agentes activos del cambio que dan forma al espacio cívico de Colombia.
Vinculando el conocimiento ancestral y la esfera digital
Otra participante con la que conversamos, Natalia Fernández Hormiga, una participante y lidereza comunitaria indígena de Cauca. Ella considera la comunicación como una forma de protección cultural y destacó que, al vincular el conocimiento ancestral con la defensa digital, más comunidades indígenas pueden participar en los debates cívicos.
«Mi experiencia se centra en entrelazar el conocimiento tradicional con las herramientas digitales», explicó. «Diseñar mensajes no solo tiene que ver con la comunicación, sino también con la salvaguarda de la memoria ancestral. Al dar forma a las narrativas, muestro cómo las perspectivas indígenas pueden contribuir a la resiliencia y la sostenibilidad. Esto garantiza que nuestras comunidades hablen por sí mismas con nuestras propias voces».
Para Natalia, dar forma a las narrativas es un acto que ayuda a conectar las realidades locales con los debates nacionales sobre los derechos digitales, la seguridad y la autonomía indígena. Sus contribuciones ayudaron a otros a ver cómo la ciudadanía digital puede fortalecer la resiliencia colectiva sin perder la autenticidad cultural.
Por qué es importante defender el espacio cívico étnico
Para Hivos y nuestros socios, la defensa del espacio cívico étnico por parte del programa CDA es esencial para el futuro democrático de Colombia. Las poblaciones afrodescendientes e indígenas han sido históricamente marginadas, a pesar de ser fundamentales para el tejido social del país y los esfuerzos de consolidación de la paz. Al crear espacios seguros e inclusivos, nos aseguramos de que sus voces no solo sean escuchadas, sino que también influyan activamente en el diálogo público y las políticas.