Por Ana Carolina Benítez, Oficial de Vinculación Aprendizaje y Comunicación, Futuros Urbanos América Latina y Daniela García, Gestora de Comunicaciones, Fundación Mi Sangre
En el marco del Programa Futuros Urbanos, Fundación Mi Sangre, nuestro socio local en Medellín, lideró un laboratorio innovador de aprendizaje y cocreación de historias sobre el consumo alimentario regenerativo.
El laboratorio de aprendizaje y co-creación, denominado la Cocina de Narrativas, reunió a 29 participantes de 28 organizaciones, principalmente mujeres y jóvenes, del sector público, privado, la academia y la sociedad civil, para fomentar la confianza, el aprendizaje compartido y la construcción de comunidad en torno a las narrativas alimentarias y la transformación de los sistemas alimentarios. Las sesiones evolucionaron desde relatos personales hasta análisis colectivos, culminando en la identificación de paradigmas clave y causas raíz que configuran las prácticas alimentarias actuales.
El proceso se estructuró en cuatro momentos clave:
- «Encuentros de marinado», para reconocer saberes y compartir experiencias sobre la relación personal con los alimentos.
- «Explorando y degustando referencias», para reflexionar sobre cómo las narrativas influyen en nuestras elecciones alimentarias.
- «Co-creando recetas a muchas manos», donde las y los participantes diseñaron estrategias concretas para fomentar prácticas sostenibles.
- «Festival de Medios», que ofreció herramientas de comunicación —podcasting, autoedición, producción de video y comunicación digital— para amplificar las voces y los mensajes nacidos del laboratorio
Este viaje colaborativo no solo generó aprendizajes, sino que fortaleció redes y sembró la semilla para acciones comunicativas colaborativas, como el primer episodio del pódcast «Meter la cucharada».
Un pódcast para abrir conversaciones
«Meter la cucharada« es el fruto sonoro de este proceso: un pódcast cocreado con personas, organizaciones e iniciativas de Medellín, conectadas por el deseo de construir un sistema alimentario regenerativo, inclusivo y resiliente.

Participantes de la Universidad de Los Niños – EAFIT y la Cocina de Narrativas, durante la grabación del primer episodio del podcast “Meter la Cucharada”. Junio de 2025, Foto cortesía de la Fundación Mi Sangre.
El primer episodio nos invita a preguntarnos:
- ¿Qué historias esconde una receta que ha pasado de generación en generación?
- ¿Cómo podemos elegir y consumir alimentos con más conciencia?
- ¿Qué recuerdas cuando sientes el olor a maíz cocido?
El episodio recoge las voces de jóvenes de la Universidad de los Niños – EAFIT en Medellín y personas adultas que participan de manera activa en la Cocina de Narrativas de Futuros Urbanos. Durante dos meses, alrededor de 50 personas se reunieron sin jerarquías para compartir memorias, preguntas y sabores. Juntas tejieron un relato colectivo sobre el maíz: sus colores, sus mitos, sus emociones, y su lugar en nuestras cocinas, cuerpos y culturas.
«Meter la cucharada» no busca respuestas definitivas, sino abrir conversaciones sobre lo que comemos, lo que olvidamos, y lo que podemos volver a cuidar. A través de juegos, entrevistas y escenas compartidas, el pódcast es un reflejo vivo de lo que se puede lograr cuando distintas generaciones y experiencias se encuentran para imaginar juntas un futuro alimentario diferente.
🎧 Escucha el episodio aquí:
👉 Meter la cucharada – Spotify
Redes vivas: la Cocina de Narrativas como motor de cambio sistémico
La Cocina de Narrativas generó colaboraciones espontáneas que se alinearon estrechamente con el programa Futuros Urbanos. Una de ellas fue un proyecto educativo sobre alimentación en barrios locales, desarrollado por profesores de Gastronomía y Cocina Profesional de la Universidad Colegiatura y una joven del Intercorregimental —red juvenil ambiental y cultural entre corregimientos (distritos administrativos rurales)—. Otras iniciativas abrieron nuevos espacios de visibilidad, como la alianza entre el medio alternativo Contraportada y el Colectivo de Mujeres y Familias El Vergel para promover sus proyectos de alimentación sostenible. Algunas crearon conexiones rural-urbanas, como la participación de líderes rurales en eventos organizados por No solo de pan vive el hambre, un proyecto que investiga y comunica sobre la despensa nacional de Colombia (es decir, la lista de alimentos esenciales para un hogar).

Algunos participantes de la Cocina de Narrativas y del Fogón de Liderazgos compartiendo en una salida territorial a San Cristóbal, sector rural de la ciudad de Medellín, junio de 2025. Foto cortesía de la Fundación Mi Sangre.
Finalmente, el proceso motivó la integración de varias personas a El Fogón de Liderazgos, otra iniciativa del Programa que busca fortalecer las capacidades de jóvenes y mujeres líderes de la ciudad-región y dinamizar redes de trabajo colaborativo.
Este tejido de colaboraciones muestra cómo la Cocina de Narrativas no solo sembró nuevas ideas, sino que activó relaciones y procesos que fortalecen el impacto sistémico del programa, abriendo camino a una transformación alimentaria colectiva y sostenida.