Fotografías de Ángel Damián Reyes / Texto de Ángel Damián Reyes y Alonso Jiménez

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El Proyecto VIH Costa Rica en el que participamos no sería el mismo sin Transvida, organización socia. Sus propuestas para la atención y contención del VIH en mujeres trans representan toda una experiencia de innovación, creatividad e impacto organizacional e institucional.

Como no podemos más que sentir gratitud y respeto por el trabajo que ellas realizan, quisimos presentarles a las protagonistas de la organización a través de una serie de fotos que ellas decidieron tomarse para su portal nosotrans.org.

Dayana, Antonella, Kerlyn, Andrea, Keyra, Alondra, Samantha y Deborah trabajan en Transvida como educadoras, promotoras de prevención, creadoras de conocimiento, pioneras e implementadoras de tamizajes de VIH. Todos los días se sobreponen a la violencia, a los estereotipos y a leyes creadas para discriminarlas.

Antonella, encargada de Monitoreo y Evaluación. Aprendió desde cero lo que requiere su puesto en el proyecto y hoy su trabajo es esencial en la organización. Gracias a su trabajo, sabemos que 331 mujeres trans recibieron paquetes de prevención y 143 de ellas se hicieron la prueba rápida de VIH sólo en el 2016.

Kerlyn es educadora y nos ha demostrado tener todas las capacidades para ofrecer paquetes de prevención, incluyendo abordajes en las calles a otras mujeres trans. Cada paquete incluye condones, lubricantes y una plática casual sobre la importancia de la atención de la salud sexual. Ella también se vincula con las chicas para que luego se acerquen a realizarse las pruebas rápidas de VIH o las asesora para que vayan a la Caja Costarricense del Seguro Social a realizarse pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual.

Andrea también es educadora. Ella empezó a trabajar con Transvida después que la organización se consolidara y adquiriera una sede con registro y personería jurídica a raíz de su vinculación con el proyecto VIH Costa Rica. Hoy Transvida tiene muchos proyectos más y alianzas con instituciones del Estado y de la sociedad civil como el Ministerio de Educación, Instituto Nacional de las Mujeres, Instituto Mixto de Ayuda Social y el Instituto sobre Alcoholismo y Fármacodependencia.

Samantha es el contacto de la organización en Puntarenas, una ciudad costera localizada en el Pacífico de Costa Rica. En Transvida se realizan jornadas de pruebas rápidas de detección del VIH en un lapso de 4 a 5 horas, durante las noches. Las formadoras participan de una red de trabajo infalible: pre-consejerías individuales antes de la prueba, refrigerios, espacios privados para responder preguntas de cualquier tipo y una post-consejería al final. Si el resultado de la prueba rápida es reactivo, las mujeres se remiten a la Caja Costarricense del Seguro Social para confirmar el resultado de la prueba y se consigue apoyo psicológico para esta persona si ella así lo desea.

Deborah también trabaja como educadora en Transvida y es testigo de un trabajo incansable que se realiza en total desventaja. Ellas, en conjunto con Hivos y la Defensoría de los Habitantes de la República, participaron realizando observaciones para mejorar el borrador de la propuesta de ley de identidad de género ingresada por MULABI a la Asamblea Nacional; Dicha ley no ha sido aprobada aún. Sin embargo, el año pasado celebraron los esfuerzos de haber logrado la aprobación de un acuerdo ministerial de no discriminación en la Caja Costarricense del Seguro Social, que exige atención médica y pruebas de enfermedades de transmisión sexual y VIH a todas las personas por igual.

Dayana (En el centro) es la directora de Transvida. Su lucha inicia años atrás cuando, junto con Antonella, pagaba de sus recursos para ir a aconsejar otras mujeres trans y distribuir condones en lugares donde ellas frecuentan. Su pasión e inconformidad logra transformar su entorno a través de la enseñanza y la búsqueda de la justicia. Ella suele hacer esta foto tipo selfie grupal que ya se ha vuelto icónica en TRANSVIDA y que ellas realizan casi siempre que se asiste a una actividad.