Un derroche de energía positiva me transmitió a nivel personal el primer día del Diálogo de alto nivel: ‘Uniendo nuestras voces para transformar’, que organizó ICW Latina e Hivos América Latina con el financiamiento del Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, en San José, Costa Rica.
Una comunidad de mujeres luchadoras reunidas en busca de respuestas a sus necesidades, frente a un contexto adverso que en lugar de frenarlas las impulsa a seguir adelante en la defensa de los derechos humanos de las mujeres con VIH.
Porque aun cuando la mitad de la población mundial tiene rostro femenino y nos atraviesa el cuerpo un sistema desigual, es preciso y de carácter urgente desvelar que dentro de nuestro género hay situaciones que a unas las ubican en mayor vulnerabilidad que a otras.
La demanda es justa y necesaria. Se han firmado y construido documentos sobre compromisos internacionales, regionales y nacionales de derechos humanos de las mujeres, pero de la foto protocolaria no logran avanzar. La realidad de las mujeres con VIH aunque se ha visibilizado, es poco lo que ha avanzado.
Han pasado 25 años desde que se fundó ICW Latina y Arely Cano, secretaria regional, expresa que hoy por hoy, los postulados sobre los que se cimentó no han cambiado. Los derechos de las mujeres con VIH continúan vulnerados y sin ser reconocidos en cambio los Estados amenazan con marginarlas.
Derechos cercenados mediante esterilizaciones forzadas; incremento en la transmisión de VIH en adolescentes y jóvenes ante la falta de políticas públicas de atención a la salud sexual y reproductiva; un diagnóstico resultado de una vida de violencia y que además las expone a nueva formas de violencia personal, social e institucional; es parte del contexto que las mujeres con VIH enfrentan.
No se trata solo de asegurar, lo que ellas llaman ‘la pastillita’, porque a decir verdad hay países como Venezuela dónde el tratamiento antirretroviral, es escaso por no decir nulo. Y otros donde se garantiza pero se les violenta.
Se trata de brindar por parte de los Estados una atención integral para las mujeres con VIH. Pasar del guion, del papel, transformar la realidad y para eso mujeres de 19 países de América Latina, han unido sus voces de indignación frente al atropello de sus derechos humanos.
No se vale quedarnos con las palabras bonitas y la foto de la firma para el ‘feisbuk’. No se vale que las mujeres con VIH tengan que reeducar a la cooperación, los Estados y la sociedad sobre sus derechos. Aquí solo se vale que cada quién asuma su papel y desde su espacio lo haga realidad.