Hivos inauguró sus oficinas en el país andino en 2006. Fueron dieciséis años los que caminamos al lado de organizaciones de sociedad civil, activistas, medios alternativos de comunicación y aliados estratégicos con el propósito de colaborar a construir un país más diverso, sostenible e inclusivo.
El pasado trece de noviembre realizamos un evento de cierre de la oficina de Hivos en Bolivia, como una forma de honrar toda la historia y recorrido de estos años. El evento giró en torno a dos elementos conceptuales: El árbol de la vida, como una metáfora de los ciclos, en la que los proyectos siembran pequeñas semillas que con el pasar de los años se convierten en árboles fuertes y robustos y los tejidos, que simbolizan la necesidad de afianzar lazos y relaciones desde la corresponsabilidad en la defensa de los Derechos Humanos.
El Árbol de la Vida, es el símbolo de los nuevos comienzos desde las raíces profundas. Cuando existen raíces profundas, se garantiza el florecimiento del árbol. Las raíces son las que nutren hasta las últimas ramas. La labor que ha tenido Hivos en estos años son como aquellas raíces que hoy nutrirán a todos aquellos que siguen y seguirán la labor de transformar vidas y reducir las desigualdades.
Los Tejidos, como símbolo de unión, de cooperación, de construcción para crear. En la soledad, no se puede crear, la creación es algo conjunto, algo que se crea al compartir y unir caminos, luchas, objetivos. Hivos ha sido una de las instituciones que ha logrado trabajar desde la igualdad con sus contrapartes y así poder construir iniciativas conjuntas, herramientas efectivas de incidencia a través sus proyectos y programas.
Este encuentro sirvió como una plataforma para visibilizar el impacto de los programas liderados por Hivos y las distintas contrapartes, en temas como alimentos sostenibles, igualdad de género, defensa de los derechos de la comunidad LGBTIQ+, entre otros. Hivos también ha contribuido significativamente en la prevención y el control del VIH en Bolivia. Las estrategias de sensibilización, pruebas de detección y acceso a servicios de atención médica han sido claves para reducir el aumento de casos y mejorar la calidad de vida de las personas.
Se dinamizó el intercambio de experiencias, sentires y pensares. Además de promover el reconocimiento y la valoración del aporte de la organización, del equipo técnico y directivo que fue parte de la organización. También se agradeció y celebró el fin de una fase y el inicio de otra, a nivel personal, colectivo y organizacional.
Agradecemos profundamente a las más de setenta personas que nos acompañaron, entre sociedad civil, representantes de colectivos y organizaciones no gubernamentales, ex funcionarios de Hivos, que fueron parte fundamental del equipo Hivos en Bolivia.
Para el cierre del evento, dos artistas fueron las encargadas de generar la atmósfera de agradecimiento y celebración. La participación artística propuso una intervención al espacio con una puesta en escena de danza que evocó el concepto de la vida y del renacer, así como la del tejido. Las artistas danzaron en el jardín, cercanas a un árbol, donde construyeron con lanas de colores un símbolo con plantas, tejidos y regaderas. Se entregó a cada participante una pequeña plantita, como una invitación simbólica a seguir “regando y cuidando” aquello que ya ha sido sembrado. A pesar de que cerramos nuestra oficina física en este país andino, continuaremos trabajando y colaborando con el país en la defensa de los Derechos Humanos de las personas.
¡Gracias a todas las personas que han sido parte de esta historia!
