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El Movimiento Scaling Up Nutrition -SUN- promueve un esfuerzo multiactor y multisector para erradicar la malnutrición en todas sus formas y así cumplir las metas globales de la Asamblea Mundial de la Salud para la nutrición materna, del lactante y de la niñez para el 2025, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- para el 2030.
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La crisis generada por la pandemia del COVID-19 agudiza una crisis alimentaria y nutricional ya existente en todos los países de la región.
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Es crucial incrementar el nivel de coordinación de las cuatro redes del Movimiento SUN y acoger en este momento los compromisos de alto nivel promovidos por Nutrition for Growth -N4G- para contener y paliar los efectos de la pandemia.
Frente a la catástrofe que está ocasionando la pandemia del COVID-19 y las demandas para la atención en salud a los Gobiernos, puede suceder que la prioridad que merecen los asuntos de seguridad alimentaria y nutricional pasen a un segundo plano. Esto, combinado a los efectos directos de la pandemia sobre la seguridad alimentaria y nutricional, acarrea retrocesos profundos en el estado nutricional de las poblaciones más vulnerables de todos los países, como el incremento de las prevalencias de desnutrición aguda, crónica y anemia, entre otros problemas de malnutrición.
Lo anterior pone en riesgo tanto la vida de las personas como la posibilidad de avanzar en el logro de las metas de la OMS y los ODS; imponiendo retos mayores a los objetivos y compromisos de cada una de las redes del Movimiento (donantes, países, sector privado y sociedad civil), así como a la articulación entre ellas. Sabemos que las personas afectadas por inestabilidad son especialmente vulnerables a la desnutrición, y las niñas y los niños pequeños en estos entornos necesitan atención especial e inmediata.
Desde la Red de Sociedad Civil de América Latina y el Caribe hacemos un llamado a las redes del Movimiento SUN y a todos sus miembros para acoger desde ya los compromisos que sugiere la Cumbre Nutrición para el Crecimiento N4G (Tokio, 2020).
Estamos frente a una oportunidad histórica para transformar el modo en que el mundo enfrenta la malnutrición, por medio de la unión y aumento de compromisos financieros, soluciones políticas, tecnológicas y recursos provenientes de los gobiernos, los donantes y filántropos, las empresas y las organizaciones no gubernamentales.
Convocamos especialmente a los gobiernos a reforzar los sistemas de protección social y las medidas dirigidas a atender y erradicar el hambre y la malnutrición; a garantizar y fortalecer las iniciativas de complementación alimentaria y nutricional (principalmente los programas de alimentación en escuelas y en los centros de atención y cuido a primera infancia), focalizando en las poblaciones más vulnerables, y a poner en marcha con carácter de urgencia logísticas para atender las necesidades alimentarias inmediatas de la población más vulnerable, asegurando que todos los hogares, principalmente los más carenciados, cuenten con lo necesario para mantener su estado de salud, alimentación y nutrición, especialmente durante los períodos de cuarentena obligatoria.
Finalmente, exhortamos a las redes del Movimiento y a los gobiernos a comunicar de forma clara y precisa acerca de esta pandemia y sus efectos, y acerca de la importancia de migrar hacia sistemas alimentarios inclusivos, sostenibles y saludables. Los alimentos saludables desarrollan sistemas inmunes fuertes a lo largo de la vida, pero especialmente en los primeros años de vida. La diabetes y otras enfermedades no transmisibles son factores de riesgo para la mortalidad por COVID-19. Transformemos esta crisis en una oportunidad para comunicar y elevar la urgencia e importancia de actuar en favor de una alimentación y nutrición sostenible y saludable.