El número de incendios reportados en la Amazonía es uno de los más altos de los últimos años. La propagación de incendios en zonas afectadas por la deforestación es muy común, ya que es usual recurrir a quemas para el desbroce de tierras. Pero esta situación nunca había llegado al nivel de las últimas semanas.
El bosque lluvioso de la Amazonía, el más grande del mundo, es un foco de biodiversidad que juega un rol crucial en las condiciones del clima global. Además, el bosque es hogar de muchas comunidades indígenas.
El grupo Karipuna es una comunidad conformada por personas indígenas en Rondônia, unos de los estados brasileños inmersos en la Amazonía. Las personas de esta comunidad no sólo sufren los efectos de la deforestación, sino que también deben hacer frente a los retrocesos ambientales y sociales del gobierno de Bolsonaro, al mismo tiempo que son víctimas de una emergencia ambiental enorme.
Todas y todos enfrentamos amenazas: nuestra comunidad ha sido amenazada y nuestras tierras están siendo invadidas y quemadas.
La comunidad Karipuna levanta su voz
Adriano Karipuna, uno de los líderes de la comunidad, cuenta que su pueblo ha buscado apoyo para defender su territorio. “Invasores han entrado a nuestras tierras y nos han rodeado con grandes territorios de cultivo. Hace tan sólo un mes, surgió una catástrofe de incendios en territorio Karipuna, destruyendo el bosque y causando impactos sociales y ambientales enormes. La cantidad de peces y animales que necesitamos para alimentarnos ha disminuido por la usurpación de nuestras tierras. Todos y todas enfrentamos amenazas: nuestra comunidad ha sido amenazada y nuestras tierras están siendo invadidas y quemadas”.
El estado de Rondônia es uno de los más afectados por la crisis. Según datos satelitales, hoy se registran 5,533 incendios forestales en lo que va del año. Eso significa un incremento de hasta un 190% en comparación con el 2018. Desde inicios de agosto, se registraron 657 incendios en una zona de contención de 20 km alrededor del territorio Karipuna. 34 de estos siniestros fueron reportados a lo interno de sus tierras.
La deforestación provoca que el bosque sea más vulnerable a los incendios. También es culpable de cambios en los patrones de lluvia en la región, que junto a los efectos del cambio climático ha prolongado e intensificado la estación seca en la zona.
En cuanto a los incendios, cada vez que se genera uno nuevo, se reducen las capacidades del bosque para almacenar carbono, sus capacidades para disminuir las temperaturas del planeta y para generar lluvias. Además, los territorios deforestados son espacios en los que ocurre más actividad humana y, por ende, sufren de efectos negativos. La mayoría de incendios – provocados o no – son culpa de las personas y la mayoría se sitúan en estados con altos niveles de deforestación.
Es realmente triste ver cómo nuestra herencia, la naturaleza misma se vuelve cenizas
Los efectos del cambio climático y la deforestación también se sienten en el territorio Karipuna. Adriano cuenta que su pueblo nunca antes había sufrido tanto como el pasado mes de agosto. “Hemos estado protegiendo nuestro territorio por mucho tiempo, pero estos incendios atentan contra nuestra salud. Tememos sufrir problemas respiratorios y relacionados por estar respirando tanto humo. Hemos presentado varias denuncias antes las autoridades judiciales, la policía federal y ante la Fundación Indígena Nacional (Funai). Es realmente triste ver cómo nuestra herencia, la naturaleza se vuelve cenizas, al mismo tiempo que las invaden para matar biodiversidad y destruir la vida de muchas personas”.
Entrevista con miembros de la comunidad Karipuna por Al Jazeera en inglés:
Por eso luchamos contra la deforestación y la destrucción de ecosistemas
A través de nuestro programa Todos los ojos en la Amazonía, trabajamos junto a la comunidad Karipuna y otras comunidades locales e indígenas que protegen el bosque. Les apoyamos para detectar casos de deforestación, destrucción del medio ambientes y violaciones a los derechos humanos, por medio de registros para eventualmente ponerles un fin.
A mediados del 2018, Todos los ojos en la Amazonía denunció públicamente la invasión ilegal de las tierras Karipuna. Este mes, nueve personas y dos compañías deben presentarse ante la corte por los delitos de invasión, ocupación y deforestación de sus tierras. Estos cargos son resultado de una extensa investigación realizada por la Policía Federal y la Fiscalía brasileña.
Desafortunadamente, este caso no va a ser suficiente detener los incendios actuales, pero al menos son señales positivas. A pesar de las retóricas y las políticas impulsadas por el gobierno de Bolsonaro, nadie puede destruir la Amazonía.
Proteger el bosque no es sólo responsabilidad del pueblo Karipuna, es responsabilidad de todas y todos.
Nuestro apoyo
El mensaje de Adriano es claro: “Espero que la Unión Europea ponga los ojos sobre la comunidad Karipuna porque es nuestro pueblo el que protege el bosque. Nuestra preocupación es también sobre el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur, ya que esto podría llevar a un aumento en la exportación de carne y soya desde Brasil. El precio sería muy alto: la destrucción de los bosques y sus habitantes. Proteger el bosque no es sólo responsabilidad del pueblo Karipuna, es responsabilidad de todas y todos – porque proteger la naturaleza también es prevenir el cambio climático. Pero todo puede terminar en un abrir y cerrar de ojos”.
Junto a Adriano, continuamos la lucha para proteger el bosque lluvioso de la Amazonía. En Brasil nos unimos a una la petición de varias organizaciones de la sociedad civil en respuesta a las declaraciones hechas por el gobierno de Bolsonaro inculpando a las ONGs de destruir el bosque. En un periodo de tiempo muy corto de este gobierno, las deforestaciones, la invasión de territorios indígenas, la explotación ilegal de los recursos naturales y los asesinatos de líderes y lideresas indígenas y ambientalistas han crecido a niveles preocupantes.
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