Los jóvenes lideran la transformación de los sistemas alimentarios urbanos en el foro urbano mundial

diciembre 9, 2024

Por Diego Orellana, Director Global del Proyecto Futuros Urbanos

Los sistemas alimentarios urbanos se enfrentan a inmensos retos: consumen más del 70% de los alimentos del mundo y contribuyen significativamente a la degradación del medio ambiente. De los 1.700 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria en el mundo, muchas residen en zonas urbanas y periurbanas. También luchan contra la desigualdad, el cambio climático y la malnutrición. Abordar estos problemas es esencial no sólo para crear sistemas alimentarios sostenibles, sino también para asegurar el futuro de las generaciones más jóvenes.

La iniciativa Futuros Urbanos de Hivos, apoyada por la Fundación Botnar, empodera a los jóvenes como impulsores de sistemas alimentarios más inclusivos, sostenibles y resilientes al clima. Esta y otras iniciativas apoyadas por Botnar destacaron el papel fundamental de la juventud durante el 12º Foro Urbano Mundial (FUM12) en El Cairo, Egipto, del 4 al 8 de noviembre de 2024.

El FUM12, convocado por ONU-Hábitat, exploró el tema Todo empieza en casa: Acciones locales para ciudades y comunidades sostenibles en el contexto de la inclusión juvenil, la migración y la financiación urbana innovadora. Bajo el lema «Forjadores de Ciudades«, jóvenes participantes de proyectos financiados por Botnar compartieron experiencias, colaboraron y mostraron sus contribuciones al desarrollo urbano sostenible.

Hivos, RUAF, Safer Cities y Dreamtown celebraron una sesión titulada «Voces Juveniles e Innovaciones en Sistemas Urbanos de Alimentos y Agua Resilientes al Clima». Nuestros jóvenes líderes presentaron sus soluciones y dialogaron con las autoridades locales sobre los retos alimentarios y climáticos, subrayando la importancia de la toma de decisiones impulsada por los jóvenes para dar forma a sistemas alimentarios urbanos resilientes.

Por qué es importante el liderazgo juvenil en los sistemas alimentarios

Involucrar a los jóvenes en la agricultura y los sistemas alimentarios es clave para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Los jóvenes son receptivos a prácticas innovadoras y sostenibles que abordan problemas críticos como los desiertos alimentarios y el desperdicio de alimentos. Su capacidad para innovar y colaborar de manera eficiente permite la creación de redes que transforman los conocimientos y prácticas de los sistemas alimentarios, haciéndolos más adaptables, inclusivos y resilientes.

Además, su participación tiene un impacto directo en la mejora de la salud y la nutrición. Al promover dietas más equilibradas y fortalecer la seguridad alimentaria, los jóvenes contribuyen al desarrollo de comunidades más saludables, mientras refuerzan el sentido de ciudadanía global y pertenencia local.

Cuando los jóvenes se involucran en actividades alimentarias comunitarias, no solo potencian su autoestima, sino que también respaldan estrategias integrales para combatir la malnutrición y el hambre. Sus aportes son fundamentales para construir sistemas alimentarios socialmente inclusivos que enfrenten el hambre oculta y reduzcan las desigualdades sistémicas.

Principales conclusiones de los jóvenes participantes en el FUM12

  1. Inclusividad y compromiso juvenil:
    Los participantes destacaron la importancia de las políticas urbanas que implican activamente a los jóvenes en la toma de decisiones. Bergita Gusti Lipu, de Indonesia, dijo: «Los jóvenes no quieren ser vistos como meros receptores pasivos, sino como participantes activos en la planificación del desarrollo urbano». Subrayó la importancia de aplicar políticas urbanas adaptadas a los jóvenes y de crear espacios para su participación.
  2. Aprendizaje entre iguales:
    El foro facilitó valiosos intercambios entre los participantes. Esteban Barriga, de Ecuador, elogió la oportunidad que ofrecía para la colaboración internacional en retos comunes como el desarrollo urbano sostenible. Describió los debates con Juan Pablo Cobo, de Colombia, como «una base para crear asociaciones entre regiones».
  3. Tecnología e innovación:
    Desde el uso de Minecraft para imaginar ciudades hasta el empleo de herramientas digitales y métodos innovadores, los participantes abrazaron el poder transformador de la tecnología. El poder del trabajo en equipo y las herramientas digitales nos mostraron cómo implicar a los jóvenes de forma más eficaz», afirmó Albertina Luyanga. Tiene previsto movilizar a los jóvenes agricultores e impulsar campañas de sensibilización en Zambia.
  4. Acciones locales, impacto global:
    Los representantes hicieron hincapié en la necesidad de empezar a crear un cambio global en casa. Nobukhosi Ndlovu, de Zimbabue, se propone abordar la gestión de los residuos alimentarios y la inclusión de los jóvenes en la cadena de valor alimentaria, combinando la sostenibilidad con el bienestar de la comunidad. «Dando pequeños pasos con impacto, podemos inspirar a nuestras comunidades para que cambien», afirmó.
Foto: Cinderella Ndhlovu

 

Actuar en casa

Los representantes de la juventud se han comprometido a aplicar las lecciones aprendidas en el FUM12 en sus contextos locales. En Zimbabue, Nobukhosi Ndlovu tiene previsto formar a los jóvenes en sostenibilidad y gestión de residuos alimentarios, así como en bienestar mental, adoptando así un enfoque más holístico de la participación comunitaria. En Colombia, Juan Pablo Cobo pretende incorporar plataformas digitales a su proyecto Futuros Urbanos para amplificar las voces de los jóvenes y promover políticas urbanas inclusivas. Del mismo modo, Bergita Gusti Lipu, de Indonesia, va a trabajar con los responsables políticos para mejorar las oportunidades económicas de los jóvenes en los sistemas alimentarios.

De cara al futuro

La participación activa y las ideas innovadoras de los jóvenes en el FUM12 reafirmaron su papel fundamental a la hora de abordar los retos del sistema alimentario. A medida que las ciudades continúan expandiéndose y los retos climáticos se intensifican, el papel de los jóvenes líderes en la promoción de prácticas sostenibles, la creación de soluciones innovadoras y la elaboración de políticas inclusivas es cada vez más vital. Al situar a los jóvenes en el centro de la transformación e invertir en sus habilidades, voces e ideas, programas como Futuros Urbanos garantizan que la próxima generación no solo herede, sino que activamente dé forma a sistemas alimentarios más inclusivos, sostenibles y resilientes para todos.

Foto: Paula Gómez