Con tacones rojos: recorriendo el camino hacia la libertad de género e igualdad de derechos

agosto 8, 2022

Por Jennifer López Urbina, estudiante de Periodismo, Universidad San Carlos de Guatemala

 

Este reportaje es la pieza ganadora del segundo lugar del concurso «Nuestros cuerpos, nuestras decisiones, nuestros derechos», como parte de la alianza entre el proyecto Libre de Ser con la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Carlos de Guatemala. ¡Felicidades, Jennifer!

 

Fotografía de portada por: Melany Mora Murillo, Universidad de Costa Rica.

En Guatemala, la marginación y la violación de derechos a las poblaciones LGBTIQ+ son sus principales obstáculos para caminar con seguridad para crecer y desarrollarse. 

El congreso de la República de Guatemala busca que, la iniciativa de ley 5940 Ley para garantizar la protección integral de la niñez y adolescencia contra los trastornos de la identidad de género; y el Decreto 18-2022, Ley de Protección de la vida y la familia (proveniente de la iniciativa 5272 Ley para la Protección de la vida y la Familia), sean leyes oficiales apelando a la protección de la niñez en un país, donde los niños caminan descalzos en medio de lodo y sin seguridad en sus pies y en lo rojo de las aberturas que el camino les produce, donde el índice de analfabetismo es del 18.5%, equivalente a un 2.3 millones de guatemaltecos durante el año 2021 y 3.230 casos de niños menores de 5 años con desnutrición aguda en las primeras seis semanas de 2022, existiendo demasiadas necesidades en las que nos debemos enfocar y cubrir en la niñez guatemalteca. 

Por su parte Noé Zarate, Director de Organización de Sociedad Civil Divergentes Diversos indica que: “es bien importante entender que en Guatemala se crean políticas públicas por parte de un sector del Gobierno en este caso diputados de diferentes partidos que, sin prestar atención a las necesidades básicas, de seguridad, salud, educación, las nuevas propuestas como la 5940 violan los derechos humanos y promocionan las terapias de conversión, ya que estas hacen retroceder en materia de derechos humanos, aunado a esto que con su postura ante la OEA por parte del presidente con estas acciones es desengavetar a futuro el decreto 18-2022 que en su momento fue una iniciativa de ley que en 3 meses salió a luz”.

Retrocediendo entonces, el camino que históricamente ha recorrido los derechos humanos debido a estas leyes, que en nada aportan un plus valor al fin supremo del artículo de la Constitución Política de la República de Guatemala Artículo 1.- Protección a la Persona. El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común. O bien el Artículo 3.- Derecho a la vida. El estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona

Cuando la desnutrición, la pobreza y la inseguridad son parte del diario vivir del guatemalteco, el cual pisamos un deteriorado y dañado pavimento en nuestras calles. Adicional olvida el respeto al Artículo 2.- Deberes del Estado. Es deber del Estado garantizarles a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. Prohibir la identidad sexual o expresión de género (sus tacones rojos) de una persona es privarlo de su libertad, siendo un deber del estado garantizar la libertad de los pobladores. 

Por el contrario, estas leyes solo han provocado desunión (tomando en cuenta que se acercan las elecciones presidenciales 2023), generación de estigmas, tabús, racismo y discriminación en una comunidad que históricamente ha sido marginada como lo es las poblaciones LGBTIQ+ con la falsa creencia que descubrir y expresar su sexualidad debe ser tratado como una enfermedad, olvidado que es una persona y que el fin supremo del Estado es la realización del bien común.

Andrea Bonilla, psicóloga y sexóloga, explica que ha escuchado todo tipo de comentarios equivocados. “Dicen que están poseídos, que es algo demoníaco, circulan memes donde dicen que alguien nace perro, pero quiere ser jirafo.  Es absurdo. Esto se trata de entender el cuerpo, entender la identidad, la psicología. Creo que nos hace falta entender la complejidad de la sexualidad humana”, aclara.

De igual forma Jonathan Samuel de León Muñoz Cofundador y subdirector general de la organización guatemalteca dedicada al apoyo de adolescentes y jóvenes, comunidad LGBT+ y salud mental -Proyecto JoLu de Guatemala-, indica que: “las personas diversas no eligen su orientación sexual, pero sí pueden elegir su identidad de género y expresión de género”.

Por otro lado, el portal Deutsche Welle para Latinoamérica en conversación con Luis Barrueto preside la ONG Visibles, que defiende los derechos de las poblaciones LGBTIQ+ en Guatemala indicó:

 Que sea el propio Estado el que esté generando buena parte del discurso negativo es bastante preocupante, porque son quienes precisamente deberían estar defendiendo los derechos mínimos de la población LGBTIQ+.

De igual forma de León Muñoz indica que, “Este tipo de iniciativa genera conversaciones políticas de impacto nacional que promueven de manera directa e indirecta la discriminación, el racismo e incluso promueven ataques de odio contra la comunidad. Se promueven palabras (términos) seudo científicos que denigran la cotidianidad diversa como: natural, trastornos, antinaturales, desviados u otras, mismas que son mal empleadas y que justifican la violencia contra la comunidad. Se prohíbe las acciones de información a la adolescencia y juventud sobre temas importantes de sexualidad y se condena a quienes contradicen la postura nacional mencionada en el decreto 18-22”

Sobre todo, cuando se vuelve una gran carga emocional no poder expresar con libertad su orientación sexual. Tomando en cuenta que Guatemala no cuenta con leyes civiles integrales que protejan de manera explícita contra la discriminación o que aborden los delitos de odio motivados en la orientación sexual o la identidad de género. Marcando los pasos con tacón en su vida diaria por el miedo y la inseguridad e incluso volviendo sus pasos y sus zapatos, rojos por la sangre de la violencia infringida en sus vidas, como el caso de María Conchita.

Audio 1. Jonathan Samuel de León Muñoz, cofundador y subdirector general del Organización guatemalteca dedicada al apoyo de adolescentes y jóvenes, comunidad LGBT+ y salud mental (Proyecto JoLu de Guatemala). 

 

Jonathan Samuel de León Muñoz, cofundador y subdirector general de Proyecto JoLu de Guatemala.
Jonathan Samuel de León Muñoz.

Es ahí, donde se produce el bullying anti-LGBT, según indica la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio (American Foundation for Suicide Prevention) y el Centro de Recursos para la Prevención del Suicidio (Suicide Prevention Resource Center), “no todas las personas que son el objeto de burla o bullying anti- LGBT se identifican como LGBT. Muchas de estas personas sufren de este acoso porque los demás especulan acerca de su orientación sexual o porque estas personas LGBT no conforman con las expectativas de otras en cuanto al género”. Entre ellos incluye niños que la iniciativa de ley 5940 Ley Para Garantizar La Protección Integral de la Niñez y Adolescencia Contra los Trastornos de la Identidad de Género, está olvidando e incluso desprotegiendo, volviéndolos más vulnerables de lo que ya son, sin leyes que garanticen sus derechos y su caminar con libertad por la vida, desde un contexto guatemalteco de prejuicios. 

Audio 2. Fernando Juárez, voluntario de la Organización guatemalteca dedicada al apoyo de adolescentes y jóvenes, comunidad LGBT+ y salud mental (Proyecto JoLu de Guatemala). 

Fernando Juárez.
Fernando Juárez.

De León Muñoz cuenta que: “El 90% de nuestros pacientes adolescentes, jóvenes e incluso adultos, heterosexuales o miembros de la comunidad LGBT+ mencionan que uno de los principales inicios de sus (ahora sí) trastornos mentales (psicopatología como depresión, ansiedad generalizada, ataque de pánico e incluso ideación suicida) han sido los padres (por abandono, violencia física, sexual, emocional, sobre exigencia académica, falta de afectividad, comprensión y muestras de cariño físicas, entre muchos otros), generando en las personas que deberían ser protegidas, grandes traumas que pueden repercutir en su salud emocional, mental y hasta física”.

Así mismo, la Organización PRESENTES de la sociedad civil de comunicación feminista con base legal en Argentina, indica que: “según un informe proporcionado por el Ministerio Público guatemalteco, hasta el 31 de octubre del año 2021, reportó un total de 136 denuncias de personas pertenecientes a la comunidad LGBTI agraviadas por “delitos”, (…) También reporta 10 personas de la comunidad LGBTI fallecidas a consecuencia de “delitos”. Mientras el sistema informático de la Oficina de Atención a la Víctima de la Policía Nacional Civil OAV ha atendido 17,805 (…) De las estadísticas que se reportan el número de víctimas conforme el tiempo aumenta. Los casos por crímenes de prejuicio y odio es desconocido en su totalidad, también tomando en cuenta también a las personas que fallecen a causa de contagios por VIH y que sufren de discriminación y de odio.

Por su parte, Henry España de la Defensoría de la Diversidad Sexual de la Procuraduría de Derechos Humanos;

detalló al medio PRESENTES que recibieron 27 denuncias por violencia de distinto tipo, de las cuales 15 han sido de mujeres trans.

De León Muñoz indica que: “Se promueve a la familia como ente máximo del cuidado del niño, niña, adolescente. Sin embargo, la cotidianidad guatemalteca indica que la familia no siempre es un espacio seguro, debido a que es uno de los principales lugares donde niños, niñas, adolescentes y mujeres son víctimas de abuso físico, sexual, económico y emocional.”

Audio 3. Fernando Juárez, voluntario de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Audio 4. Jonathan Samuel de León Muñoz, cofundador y subdirector general de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Los crímenes por prejuicio y odio en Guatemala están en todos lados, en las áreas de trabajo, en el gimnasio, en la universidad, en la colonia, ya que no todas las personas están sensibilizadas con el tema, aun en este siglo XXI existen ataques, golpes, acoso cibernético por ser una persona diversa visible”, expresó Zárate.

Lo importante también es promover y dar a conocer esos caminos hacia el apoyo para no orillar a las personas al camino rojo de la muerte, para ello en Guatemala existen proyectos como Divergente de la mano de su fundador y director Noé Zárate quien indica: ”Diversos ONG, al inicio comenzamos como un colectivo y un año después procedí a la legalización de la misma, ha sido un reto pero en términos de dos años hemos crecido al grado que hay jóvenes que se desean integrar en nuestras acciones públicas y políticas, artísticas, deportivas y sobre todo llevando un mensaje positivo a todes”. 

Audio 5. Jonathan Samuel de León Muñoz, cofundador y subdirector general de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Audio 6. Fernando Juárez, voluntario de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Cabe resaltar que no existe un reconocimiento legal para las parejas del mismo sexo en la forma de matrimonio en Guatemala, o en la forma más limitada de uniones civiles o acuerdos de parejas de hecho.  Dificultando el recorrido en un asfalto parejo y equitativo, debido a que, al no haber este marco legal, se veda derechos civiles que poseen las parejas heterosexuales.  

Según indica el Centro para Análisis de las Decisiones Públicas de la Universidad Francisco Marroquín; “la Iniciativa 5272 no representa la articulación coherente y deliberativa de valores ideológicos. En su lugar, significa la ampliación de poderes coercitivos del Estado, que de forma arbitraria pretenden limitar las libertades individuales”. (…) “La iniciativa tampoco contempla protocolos de atención diferenciados, ya establecidos dentro de la institucionalidad pública y que parten del cumplimiento a tratados internacionales”.

Con relación al cumplimiento de los tratados internacionales la organización JoLu indica que “la orientación sexual y la identidad de género no están incluidas expresamente en las leyes de no discriminación del país. Las parejas del mismo sexo y los hogares encabezados por parejas del mismo sexo, no son elegibles para las mismas protecciones legales disponibles que para las parejas casadas del sexo opuesto”.

Cabe resaltar que no existe un reconocimiento legal para las parejas del mismo sexo en la forma de matrimonio en Guatemala, o en la forma más limitada de uniones civiles o acuerdos de parejas de hecho, pero el portal de JoLu indica que, “lo que sí está aprobado es: la actividad sexual entre personas del mismo sexo legal desde 1871, así como igualdad de edad de consentimiento, leyes contra la discriminación en la educación 1997, y que las personas transgénero pueden cambiar su nombre legal pero no su género legal desde 2016”.

Sin embargo, las personas LGBTIQ+ han ido ganando cada vez más visibilidad y aceptación a nivel mundial. Es importante resaltar que Guatemala está legalmente vinculada al fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde enero del año 2018, en la que se sostuvo el tema sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento de la propia identidad de género en documentos oficiales, son derechos humanos protegidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos. 

Por su parte, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, indica que: «Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática». Es por ello importante visibilizar y luchar por la protección de los derechos de las poblaciones LGBTIQ+. Que en nada busca luchar contra los derechos de las personas heterosexuales, por el contrario, en un país justo y democrático se debe de respetar la libertad y orientación sexual de cada individuo, recordando que donde terminan mis derechos empiezan mis obligaciones y viceversa. 

Audio 7. Fernando Juárez, voluntario de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Para concluir, los tacones rojos metafóricamente representan el camino de la pasión y el corazón que ponen en todo lo que hacen las poblaciones LGBTIQ+, así como el recorrido de las víctimas de la violencia, que han sido calladas o que nunca han sido esclarecidos los actos de violencia generados por prejuicios, así como las víctimas de los estigmas y discriminación por ser portadores de VIH, cuando en realidad lo que ha faltado es el concreto para pavimentar sus calles a través del respeto a sus derechos. 

De igual forma, el concreto que pavimente sus calles de la libertad sobre su orientación sexual para fortalecer sus pasos, en un país sin discriminación donde ser heterosexual o LGBTIQ+ sea un derecho poder expresarse y no una imposición del Estado.

Luchar por la igualdad de derechos no es un acto de caridad, es un acto de justicia.

 

Audio 8. Jonathan Samuel de León Muñoz, cofundador y subdirector general de Proyecto JoLu de Guatemala. 

 

Sobre Libre de Ser

Libre de Ser es un proyecto implementado por Hivos, con el apoyo de la Embajada de los Países Bajos en Centroamérica, que contribuye a salvaguardar la vida y la integridad de las personas LGBTIQ+ a través del mejoramiento y uso de datos sobre violencia contra estas personas y la creación de nuevas narrativas y estrategias de comunicación que contrarresten los discursos de odio. Para obtener más información del proyecto Libre de Ser puede comunicarse con Saira Ortega al correo sortega@hivos.org o con Mariana Arce, asesora de Comunicación, al correo: comunicacionlibre@hivos.org