Alejandra: defensora de activistas de derechos humanos en Guatemala

En Guatemala, donde el silencio es la norma, Alejandra Castillo quería hacerse escuchar en contra del abuso de poder y la impunidad. Así fue como se unió al Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), donde actualmente trabaja como subdirectora de la organización. Con el apoyo de Hivos, CALDH trabaja para llevar justicia a las víctimas del conflicto armado y actualmente desarrolla la Alerta para activistas.

CALDH fue quien desarrolló el centro “Casa de la memoria”, ubicado en Ciudad de Guatemala. Uno de los pocos lugares del país que recopila y cuenta la historia de violencia que vivió Guatemala. Alejandra nos acompañó en nuestra visita a la Casa.

Lucha por poder y riquezas

Los relatos de Alejandra en el museo son impresionantes. Durante el siglo pasado, Guatemala vivió una lucha de poder y riquezas que impactó y acabó con la vida de miles de personas. Durante más de 30 años, el conflicto armado cobró la vida de 200 mil personas, mientras que otras 45 mil aún están desaparecidas.

Alejandra creció durante este periodo y recuerda haber sido criada para no hablar sobre lo que vivió. Le enseñaron a mantener el silencio sobre lo que sucedió a su alrededor: sobre los crímenes que atestiguó y las personas que cometieron delitos y aún están en libertad. “Eso me motivó a luchar por el reconocimiento de las víctimas”, contó Alejandra. “Yo sabía que quería ayudar y proteger a esta generación de activistas por los derechos humanos. Así fue como me vinculé con CALDH”.

Alerta para activistas en Guatemala

De vuelta en su oficina, conversamos sobre el proyecto que CALDH está desarrollando junto a Hivos: la Alerta para activistas. El plan es recopilar datos sobre la seguridad de defensores y defensoras de derechos humanos. Analizar esa información permite prever cuáles son los grupos de activistas que se exponen a mayores riesgos. Además, el sistema provee evidencia contundente sobre abusos, que luego pueden utilizarse para desarrollar política pública o generar avances en la legislación actual para proteger la labor de activistas.

En Honduras, Hivos desarrolló un sistema similar junto a C-Libre, quien actualmente también apoya el trabajo para implementar la Alerta en Guatemala. Alejandra está muy contenta por esta colaboración. “Actualmente solo apoyamos a activistas en detención o en condena. Pero gracias a la Alerta, ahora podremos apoyar desde etapas más tempranas y, por ejemplo, poder prevenir las detenciones. Con este proyecto llenamos un vacío en nuestra labor”.

Gobierno conservador

El contexto actual en Guatemala muestra porqué es importante el trabajo que realiza CALDH. El Gobierno conservador trabaja en una ley para limitar los alcances de las organizaciones de derechos humanos. Las demandas de la población indígena Maya también están en crecimiento. Sus tierras cuentan con buenas características para las plantaciones de palma aceitera y muchas compañías trabajan para conseguirlas. Por último, la composición de la familia tradicional es vista como un ideal y cualquier cosa que se salga de esa norma es rechazada abiertamente.

La metodología de la Alerta va a ser analizada y ajustada para Guatemala en los próximos meses para lograr su instalación y funcionamiento a partir del segundo semestre del 2020. Después de eso, Alejandra desea involucrar a otras organizaciones de derechos humanos. “Primero nos enfocamos en periodistas y personas indígenas dueñas de tierras, pero este sistema también puede ayudar a proteger activistas LGBTI y feministas. Entre más organizaciones participen, mejor el funcionamiento de la Alerta”.

Hivos: un gran aliado

Al final de la reunión, Alejandra nos contó lo feliz que estaba de poder trabajar junto a Hivos. “Hivos nos ha apoyado por más de 20 años. No solo nos ha brindado apoyo financiero, sino también apoyo político, nos ha brindado su red, capacitación y protección. Hivos es un gran aliado con quien podemos contar y eso no tiene precio”.

Sobre CALDH

CALDH fue fundada en 1986, diez años antes de que terminara el conflicto armado en Guatemala. El gobierno de turno no vio la necesidad de crear una organización que luchara por los derechos humanos y la justicia de las víctimas del conflicto. Así fue como CALDH inició, primero desde Washington D.C. en los Estados Unidos. En 1996, posterior a la firma del Acuerdo de paz, la organización se trasladó a Guatemala donde ya tiene más de 20 años de trabajo.