Gaby Gygy Castillo: la comunicación y el cine para contar su historia

Por: Gabriela Melgar Orellana- Oficial de Comunicación Regional

Hemos quedado de encontrarnos en un pequeño café ubicado en el centro histórico de la ciudad de Guatemala. Llegué temprano así que releí las preguntas que tenía anotadas. Cuando veo a Gaby cruzar la puerta, noto la chispa en sus ojos, la mascarilla no me deja ver su sonrisa, pero sé que está sonriendo.

Gaby Gygy Castillo es una mujer trans que ha dedicado gran parte de su vida al activismo. Comenzó siendo educadora y voluntaria en diversas organizaciones en Guatemala y fue así como poco a poco, comenzó a transitar los caminos activistas. Teníamos mucho tiempo de no vernos en persona, nos saludamos con un abrazo que duró bastante y ordenamos un café. Ella se describe como una persona hogareña, que disfruta cocinar comida típica siguiendo las recetas que aprendió de su abuela, con quien tuvo una relación cercana. A pesar de que su abuela nunca quiso tocar el tema de su identidad de género, siempre estuvo con ella, siempre la apoyó y la acompañó a su modo, desde los cuidos y los afectos. 

Me cuenta que durante su niñez y adolescencia creció en un ambiente familiar disfuncional, me dice “por mucho tiempo naturalicé la violencia, pero no quise quedarme con eso y decidí seguir adelante y romper con ese círculo” con la esperanza y la ilusión de trazar su propio camino y cumplir sus sueños de ser una mujer plena.

Las mujeres de la familia, primera red de apoyo y afectos

Para su familia fue difícil aceptar y entender que ella tenía una identidad de género distinta, con el tiempo fueron comprendiendo que no podían negarle su derecho a ser Gaby Gygy. Ella misma me dice que con la nula información que existe sobre las identidades y las disidencias sexuales, es duro atravesar este proceso con las familias. Tuvo conversaciones fuertes con su mamá, cuando expresó por primera vez que ella era Gaby Gygy y no Gabriel. Su madre le decía “te acepto como gay, pero como mujer no, ¿Qué va a decir la gente?”. Con los años, la relación con su madre fue mejorando sustancialmente, a pesar de la distancia, pues su mamá emigró a los Estados Unidos. “Ahora es la que me compra la ropa y los brasieres y me los manda”, me cuenta entre risas, las dos nos reímos fuerte, así que seguro la gente alrededor nos mira de reojo, pero a nosotras no nos importa. 

Sus hermanas también han sido parte importante de su proceso de transición. Me cuenta que ellas la acompañaban a los eventos en los que participaba como travesti y después como mujer trans, le tomaban fotos y estaban ahí con ella, cerca. Mientras voy tomando notas, no dejo de pensar en cómo el sistema por siglos ha controlado nuestras vidas, con reglas y normas de qué hacer, qué no hacer, quién es una mujer, cómo debemos comportarnos, permeando con roles y estereotipos toda nuestra vida y pienso también en la frase de Simone de Beauvoir “No se nace mujer, llega una a serlo”. 

El poder de la comunicación

Hace un tiempo, se hizo la pregunta con otro grupo de jóvenes ¿Por qué no hacer cambios desde la comunicación? Esa pregunta motivó a Gaby Gygy a interesarse por este tema y así, junto a un grupo de amigues surgió la organización Amigos Siempre Amigos ODASA , un espacio desde el que comenzaron a imaginar y a crear contenido con una mirada LGBTIQ+. 

En un país como Guatemala, bien sabido conservador, es difícil que contenidos que estén relacionados al tema de diversidad sexual o identidad de género tengan espacio en las programaciones de los medios tradicionales, Gaby comenzó a cambiar eso hace aproximadamente diez años.

Junto al equipo de ODASA ha dado cobertura periodística a las caminatas del Pride por muchos años y ha documentado acciones de incidencia en momentos duros para la comunidad diversa y difundiéndolo en su canal de YouTube. Pienso en el importante rol y labor que tienen documentando al movimiento LGBTIQ+ de Guatemala y que muchas veces no se reconoce lo esencial de la documentación.

Un reflejo de mí, su primer trabajo audiovisual

Más mesas del lugar se fueron ocupando conforme el tiempo fue transcurriendo. Una música de fondo y la máquina de hacer café más activa a esta hora, pero nada nos distraía de nuestra conversación. Gaby Gygy me cuenta que su pasión por la comunicación siempre estuvo allí, “disfruto mucho de hablar en público”, me dice muy orgullosa y en efecto es así, lo he visto con mis propios ojos, he atestiguado cómo ha liderado espacios en el movimiento trans desde hace varios años. 

Me cuenta que ha buscado formación en comunicación y cine por su cuenta. Ha participado en distintos diplomados, uno de ellos fue el diplomado en artes visuales promovido por Justicia por mi hermana. Me cuenta emocionada “Me enteré por otras amigas que estaban inscribiéndose. Me inscribí y me dijeron que sí, ese diplomado me dio el empuje para comenzar a crear y cultivar el interés por el cine”.

Como resultado de este proceso, materializó su primer cortometraje llamado “Un reflejo de mí”. En este aborda el proceso de transición desde una mirada íntima y personal, ella escribió el guion y dirigió el material, me dice que este trabajo es de los que más ha marcado su vida, porque fue la primera semillita de amor por la producción de cine.

Las mujeres y el cine en Guatemala

Para una mujer, dedicarse al cine en Guatemala es una caminata cuesta arriba. A pesar de todos los obstáculos, que van desde fondos que financien cine hecho por mujeres hasta ganar los espacios en una industria por años dominada por hombres -porque las mujeres nos tenemos que ganar todo- hay mujeres haciendo la lucha por poner nuestra mirada en las pantallas guatemaltecas y del cine internacional.

Hace cuatro años una organización de mujeres cineastas guatemaltecas organizó la Muestra de Cine Hecho Por Mujeres, ofreciendo a la audiencia cinéfila una selección de realizadoras y directoras internacionales y nacionales. En el 2021 promovieron un laboratorio audiovisual a través del cual Gaby produjo el documental Soñé con Debby, difundido durante la muestra. En sus palabras  me cuenta:

 Si es muy difícil para una mujer cisgénero, es mucho más difícil para una mujer trans. El ambiente en el cine es muy competitivo. La mujer en el cine siempre ha sido utilizada o sexualizada. Nos dimos cuenta que necesitamos hacer más cine desde la mirada de las mujeres. Fue un trabajo difícil abrir campo. También tuve la oportunidad de participar en el primer laboratorio de la Muestra de Cine Hecho por Mujeres y así fue como logré producir Soñé con Debby

 

Gaby Gygy se siente feliz de que su carrera vaya creciendo y floreciendo gracias, en parte, a otras mujeres que la inspiran a continuar esa lucha por visibilizar el cine hecho por mujeres. “Admiro las directoras de Matrix, que ahora son mujeres trans. Admiro a Daniela Vega, mujer trans actriz. En dirección, admiro mucho a Pamela Guinea quien es de las promotoras de la Muestra de Cine Hecho por Mujeres, a Luisa González Reiche, a Gabriela Novoa, que son mujeres que me han apoyado y me gusta mucho su trabajo y aporte al cine. Son mujeres que han brillado con su trabajo y han abierto brechas para todas las mujeres”

Las mesas del lugar se han llenado y vaciado, Gaby me dice que sueña con una Ley de Identidad de Género para las personas trans, sueña que más mujeres sean profesionales y se desenvuelvan y su trabajo sea reconocido. “Estamos en eso, estamos trabajando para que las adolescencias trans tengan todas las oportunidades”.

Dos horas de conversación y algunas reflexiones finales

Terminamos la entrevista, acompaño a Gaby al parqueo donde dejó estacionada su moto, nos despedimos con otro abrazo y la veo irse en medio del tráfico de la ciudad. De regreso a mi casa, caminando por esas calles del centro histórico de Guatemala, donde hemos coincidido muchas veces con muchas mujeres, amigas, hermanas, compañeras en marchas y protestas, pienso en lo urgente y necesario que acuerpemos la lucha de las mujeres en toda su diversidad, sentirnos juntitas, acompañadas. Mujeres trans, mujeres lesbianas, mujeres bisexuales, mujeres cis, mujeres racializadas, mujeres indígenas, mujeres afrodescendientes, mujeres rurales, mujeres urbanas, mujeres jóvenes, mujeres adultas, todas las mujeres, mirémonos, reconozcamos y abracemos nuestras luchas y nuestra diversidad. 

El patriarcado nos quiere peleadas, divididas y compitiendo. Pero nosotras estamos aquí reconociendo la interseccionalidad que atraviesa nuestras vidas, aprendiendo juntas de nuestros aciertos y desaciertos como movimientos, pero tejiendo redes de lucha, cuidado, resistencia, digna rabia y también ternura. Llego a mi casa y agradezco a todas las mujeres #DiversasyPoderosas en mi vida, las de mi familia, mis amigas, mis compañeras de trabajo y de lucha, las activistas que he conocido a lo largo de este tiempo, las que han sido mis profesoras, las mujeres que leo, las lideresas comunitarias, las defensoras de derechos, las mujeres que hacen arte, pienso en todas y agradezco sus vidas, porque me inspiran y me hacen seguir de necia, soñando e intentando contribuir a construir un mundo donde las mujeres podamos vivir libres, plenas y sin miedo.