Mujeres valientes que se enfrentan a problemas mundiales

Las personas de todo el mundo se enfrentan a grandes retos: la crisis climática, la creciente desigualdad y la exclusión causada por la discriminación. Mientras unos pierden el valor, otros actúan.

Les presentamos a tres mujeres valientes que, a pesar de los reveses y la resistencia, están comprometidas a conseguir un mundo mejor. Un mundo donde las personas tengan control sobre sus cuerpos y acceso a los servicios de salud, y donde puedan combatir la crisis climática con sus propias soluciones. Hivos se asegura de que dispongan de los recursos, la red, los conocimientos y la financiación que necesitan para poner en marcha el cambio.

Más control

En muchos países la opresión de las mujeres jóvenes va en aumento. Como consecuencia, los derechos sexuales y reproductivos también se encuentran bajo presión. Una vida sexualmente sana no es un lujo. Es la base de una existencia segura y plena. Rahinatou Moussa Souna está comprometida con la salud sexual de las jóvenes en Níger, y en particular con las mujeres con discapacidad.

Muchas veces estas mujeres pasan desapercibidas cuando se trata de salud sexual e integridad física. Rahinatou lo sabe muy bien. Ella contrajo la polio siendo bebé y creció en una sociedad en la que las niñas como ella no cuentan. «La mayoría de los servicios de planificación familiar no están a nuestro alcance. No se espera que tengamos relaciones sexuales», afirma.

En Níger, las mujeres con discapacidades suelen acabar en matrimonios forzados, a menudo con hombres que también tienen alguna discapacidad o a los que la sociedad considera «inferiores».

Rahinatou trabaja junto con Hivos para reforzar la posición y la influencia de las mujeres jóvenes. «Ya es hora de que podamos hablar por nosotras mismas y opinar sobre nuestros derechos».

Trabajar por su cuenta en soluciones locales

El cambio climático en Zambia está provocando periodos de sequías e inundaciones cada vez más graves y cambios drásticos en la temporada de cultivo. Esto afecta especialmente a grupos que ya de por sí están excluidos y tienen una participación escasa en la toma de decisiones, como las mujeres. Así que Lucy Dende tomó cartas en el asunto y, con el apoyo de Hivos, empezó a investigar sobre soluciones locales para el cambio climático. Ahora ella es un ejemplo para las mujeres que la rodean.

Cansada de esperar a que el gobierno tomara medidas, Lucy se unió a otros agricultores para probar métodos orgánicos para combatir el cambio climático. «Las mujeres, en particular, tienen que hacer frente a los efectos del cambio climático, así que ahora mismo estamos muy ocupadas plantando árboles para hacer frente a la deforestación», afirma.

No es fácil convencer a otros de que dejen de cortar árboles. Sin embargo, está convencida de que la colaboración con Hivos contribuirá a expandir su trabajo. «Hemos demostrado que tenemos nuestras propias soluciones. Sólo necesitamos apoyo para ponerlas en práctica».

Acceso a la atención médica: un derecho humano

Hoy en día es más fácil vivir con el VIH. Existen fármacos que inhiben el virus y evitan su propagación. Sin embargo, cada año hay más personas infectadas en 45 países. Esto se debe en gran medida a la creciente discriminación y estigmatización a la que se enfrentan los grupos vulnerables. Alma de León lo vive todos los días en la conservadora Guatemala.

De la mano de Hivos, Alma defiende los derechos de las personas que viven con el VIH en América Latina. Por su trabajo sabe que para algunas personas es más difícil conseguir medicamentos que para otras. «Seamos claros. El género, la sexualidad, el uso de drogas o la prostitución de una persona no aumentan en sí mismos el riesgo de infección. Sin embargo, la marginación sí lo hace. Esto significa, por ejemplo, que las mujeres y personas transgénero no tienen acceso a medicamentos que pueden salvar vidas.»

Alma quiere que todo el mundo pueda acceder más fácilmente a los cuidados que necesita. «Estamos trabajando duro para eliminar las barreras legales que impiden la compra de medicamentos que salvan vidas. El acceso a la salud es un derecho humano».