Por Nora Sánchez,
Extracción de petróleo, monocultivo, cacería ilegal, minería, tala… Son solo algunos de los peligros a los que se enfrentan los pueblos indígenas en la Amazonía. Cada vez con mayor frecuencia y poder, los intereses políticos y económicos de países y empresas se anteponen a las y los habitantes de bosques forestales, reservas comunales y territorios indígenas, provocando deforestación, degradación y vulneración de derechos individuales, colectivos y territoriales.
Frente a estas amenazas, mujeres poderosas como Samantha, una lideresa indígena ecuatoriana, son imprescindibles. Ella garantiza que los pueblos indígenas sean representados en la conversación global sobre el cambio climático y su rol en la protección de la naturaleza.
Samantha Wanpanti tiene 21 años, es ecuatoriana y pertenece a la comunidad Shuar Nayum-Entsa de la nacionalidad Shuar, ubicada en la provincia de Pastaza.
Ella es una de las 37 estudiantes que participaron del Programa de Liderazgo con Sensibilidad de Género, una iniciativa de Hivos, la COICA y la Universidad Andina Simón Bolívar con apoyo de la Lotería Sueca. El Programa surgió como una iniciativa para capacitar a jóvenes líderes indígenas en temas como: Desarrollo, Equidad y sustentabilidad, GIS y cartografía, Biodiversidad, Cambio Climático, Petróleo y Minería, Marco legal y derechos, Negociación y Género. Y con esto, fortalecer sus habilidades para dar respuesta a los conflictos que aquejan a sus comunidades, perfilándose como la próxima generación de defensoras y defensores.
Para Samantha, es muy importante capacitarse para preservar la riqueza natural de su territorio, la biodiversidad, las reservas naturales, las cascadas y los bosques. “Desde que nacemos vemos el bosque. Nuestra casa es bosque en sí, entonces, es obligación de nosotras minimizar el impacto del cambio climático”, manifiesta.
A través del programa, ella, junto a sus compañeras y compañeros, ha participado de talleres diseñados para ser replicados en sus territorios, y así ampliar el alcance de estos conocimientos para que más jóvenes indígenas puedan formarse en la defensa de sus comunidades.
“Es una gran experiencia poder llevar a mi comunidad, a mi pueblo, mucha información, muchos conocimientos sobre las necesidades que podríamos tener”, contó acerca de lo que ha significado para ella el Programa de Liderazgo con sensibilidad de Género.
Con lo que ha aprendido en este programa, Samantha tiene planes para ser parte de la dirigencia de su comunidad, desde la cual creará talleres y cursos para las generaciones venideras. “Ser una ejemplista para los demás, proponer mecanismos de desarrollo sustentable como el turismo comunitario”, menciona.
Samantha una mujer sin límites
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