Sandra Morán combina la política y su apoyo a los movimientos sociales

De acuerdo a un informe de ONU Mujeres, Guatemala se encuentra en el puesto 26 respecto a los 33 países que componen América Latina y El Caribe con el número más bajo de legisladoras nacionales, junto a Brasil son los dos países de la región con más baja participación de mujeres en estos espacios.

En las elecciones del 2015 Sandra Morán ganó una curul en el congreso guatemalteco, una mujer con una larga trayectoria como activista en los movimientos sociales, durante muchos años formó parte del sector de mujeres y movimientos revolucionarios, siempre enfocó su trabajo político para la construcción de un país incluyente, democrático, con justicia social y el ejercicio de derechos para todas las personas. Durante cuatro años (2016-2019), la política le abrió un espacio más grande de incidencia y de acción para seguir construyendo ese sueño que motivado toda su vida, un país para todas y todos.

El derecho a la disidencia

Sandra fue la primera mujer abiertamente lesbiana en ocupar un espacio dentro del legislativo guatemalteco. En una entrevista que concedió a Plaza Pública declaró “A mí me eligieron 32 mil personas, hombres y mujeres, del departamento de Guatemala. Luego, efectivamente, tengo compromisos con mis organizaciones hermanas del sector de mujeres. Y con la población LGTBI (colectivo de lesbianas, gay, transexuales y bisexuales). Y con la niñez y la adolescencia, por todo el trabajo que venimos haciendo. El otro compromiso es con las comunidades en resistencia. Al final tengo compromiso con todos”.

Durante su gestión, Sandra apoyó diversas iniciativas de ley presentadas en conjunto con sectores sociales históricamente excluidas. Por ejemplo, la Ley de Desarrollo Económico de las Mujeres, que trabajó en coordinación con organizaciones de la sociedad civil y el movimiento de mujeres.

También el apoyo a la comunidad LGBTI estuvo presente durante toda su gestión como legisladora. OTRAS-Reinas de la Noche y Morán, presentaron al congreso la iniciativa de Ley de Identidad de Género, la cual a pesar de los esfuerzos de la entonces congresista y el movimiento Trans no obtuvo dictamen favorable.

Durante muchas jornadas de trabajo, Sandra se opuso a la iniciativa del Ley 5272- “Ley de protección de la vida y la familia”, la cual pretendía restringir cualquier tipo de Educación Sexual a la niñez y adolescencia en la escuela y prohibir el matrimonio igualitario, entre otras prohibiciones regresivas para la el movimiento de mujeres y el LGBTI.

En conjunto con Hivos y organizaciones socias como ITPC-LATCA, Sandra trabajó estrechamente para promover mesas técnicas de trabajo con la Comisión de Salud del Congreso de Guatemala, la cuales tenían como objetivo garantizar el derecho a la salud y el acceso a medicamentos para personas con VIH, Sandra siempre fue un canal que buscó incansablemente abrir espacios en el congreso para que las poblaciones que no habían sido escuchadas pudieran expresar sus demandas.

Mirar al futuro con positivismo y optimismo

Para Sandra la experiencia en el legislativo, supuso cuatro años de lucha imparable, pero también de muchos aprendizajes en lo que significa hacer política en un país conservador como Guatemala y cómo a través de los espacios políticos se pueden trazar nuevas rutas que representen cambios en las vidas de las personas y de un país entero.

Indiscutiblemente Sandra Morán abrió un camino importante para la participación política de las mujeres y de la comunidad LGBTI, actualmente se encuentra en un proceso de transición, su trabajo en el hemiciclo le dejó una enorme experiencia, pero también las ganas de seguir trabajando para que más mujeres ocupen espacios de toma de decisión, en sus palabras “estaré enfocada en la formación política a liderazgos comunitarios, nacionales y del movimiento mundial de mujeres a tiempo completo. A veces comienzo desde muy temprano y termino de noche”

En el 2019, Sandra Morán y representantes de organizaciones LGBT+ celebran la presentación del proyecto de Ley para prevenir y sancionar crímenes por prejuicio en Guatemala. Foto: Gabriela Melgar

Hoy Sandra Morán, es una mujer de 59 años que retoma los espacios en lo que más le apasiona, los movimientos sociales y que además sigue cultivando sus gustos, como la música, caminar, compartir momentos con sus amigas y ver películas sobre historia. Es una mujer independiente y autodidacta que seguirá luchado por un país más inclusivo y justo promoviendo espacios de formación política para alentar a nuevos liderazgos que sigan transformando a Guatemala.

Mujeres sin límites

Si quieres conocer a más #MujeresSinLímites te invitamos a que sigas nuestra campaña, durante el año compartiremos historias de mujeres poderosas de toda la región de América Latina que están transformando sus entornos. Si conoces a otras mujeres que están impulsando cambios en tu país, cuéntanos sus historias usando los hashtag #EsteEsMiPoder #MujeresSinLímites