Sara Castillo y Xinia Fernández: lideresas del Poder Judicial por el acceso a la justicia para las poblaciones LGBTIQ+

Por: Mariana Arce Mercado, comunicadora del proyecto Libre de Ser 

 

Nunca antes había entrado a la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, me asombré al ver aquel edificio amplio, elegante, de grandes columnas, techo alto, ambiente frío y estrictos controles de seguridad, en donde realizaría la entrevista a dos lideresas del Poder Judicial: Sara Castillo y Xinia Fernández. 

Aunque llegué con tiempo por si me perdía, los oficiales se tardaron revisando mis pertenencias, desconfiados de mi trípode. Me sentí aliviada cuando vino a recibirme con un cálido abrazo Sara Castillo Vargas “Sarita”, directora ejecutiva de la Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Administración de Justicia (Conamaj).  

Sarita y Xinia Fernández Vargas, representante de la Subcomisión de acceso a la justicia para personas sexualmente diversas, trabajan día a día, por el acceso a la justicia para las poblaciones LGBTIQ+ y servicios libres de discriminación. 

Sara Castilo y Xinia Fernández frente a la Plaza de la Justicia, Costa Rica.
Sara Castilo y Xinia Fernández frente a la Plaza de la Justicia, Costa Rica.

De lo personal a las luchas cotidianas 

Sara es abogada, apasionada de la lectura, la jardinería y la fotografía. Antes de ingresar al Poder Judicial, trabajó en derechos humanos en materia electoral. Actualmente, en su tiempo libre está aprendiendo portugués. 

Para Sarita trabajar por un mundo mejor, acercando la justicia a personas que no la están pasando muy bien, ha sido el mayor logro en su carrera judicial desde Conamaj. 

El poder contribuir a disminuir las barreras de personas en exclusión como en pobreza extrema, refugiadas, apátridas, y así tengan mayores posibilidades de acceder a sus derechos, para mí es un reto y a la vez una gran satisfacción a la vez.”, afirmó.

Por su parte, Xinia es trabajadora social, disfruta compartir en familia y le encanta la regeneración de ecosistemas. Ha sido docente, investigadora y trabajó en Cuidados Paliativos de la Caja Costarricense del Seguro Social. Desde 1994 labora para el Poder Judicial, primero apoyando el proceso de selección de jueces y juezas y posteriormente, como parte del equipo de la Secretaría Técnica de Género. 

En el 2009, Xinia fue parte del proceso de creación de la Subcomisión contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, en el marco de las Reglas de Acceso a la Justicia para poblaciones en condición de vulnerabilidad (Reglas de Brasilia), como parte de la Secretaría Técnica de Género. Cabe destacar que esta fue la primera subcomisión específica sobre el tema creada en una institución pública costarricense. 

Luchar por una justicia abierta y por garantizar su acceso a poblaciones históricamente excluidas, ha sido un gran reto que tanto Sarita como Xinia han asumido. Especialmente, ha resultado crucial el trabajo a lo interno del Poder Judicial para visibilizar los temas, mostrar las problemáticas que resuelven, sensibilizar sobre su importancia y en la necesidad de que el personal esté convencido y apropiado de estas políticas para impulsar transformaciones dentro de la institución. 

La labor de Conamaj, en sus 36 años, ha sido instaurar un cambio en el Poder Judicial, para que sea una organización más democrática, más abierta, más participativa, más dialógica. Ayudar a instaurar una visión de apertura y acercamiento a las necesidades de las personas. 

A Sara la llena de esperanza y orgullo que la institución cuente con una gama de políticas de igualdad para el acceso a la justicia, que ella misma considera un lujo porque muchos países aún no las tienen, inclusive ni en otras instituciones costarricenses. Al menos, poco a poco, nuestro trabajo va calando para generar cambio en nuestra cultura institucional, recalca Sarita.

Los cambios se han ido dando paso a paso, en el 2011, Xinia diseñó una política institucional de no discriminación por identidad de género, que logró que la Corte plena se comprometiera a cumplir.  Sin embargo, ha sido un reto muy difícil de asumir, tal como lo menciona: 

Hablar de poblaciones históricamente discriminadas como indígenas, migrantes, mujeres, etc…a las personas les genera una empatía; sin embargo, cuando se trata de las poblaciones LGBTIQ+ no. Es muy lamentable que -aún hoy en día- se genere polarización sobre el tema, todavía se continúa valorando desde la estigmatización, el prejuicio y el estereotipo”.

Ha sido un trabajo de hormiga, tanto a nivel interno como con población en diversidad de la sociedad civil, organizando campañas de comunicación, eventos, capacitaciones, charlas, cine foros, entre muchas otras iniciativas. A Xinia también la mueve la convicción  de que un mundo mejor es posible, es lo que las mantiene con motivación, luchando contra corriente y sosteniendo lo que se ha avanzado. 

Batalla contra prejuicios 

Para Xinia, romper con una cultura organizacional ha sido difícil, el mundo sigue siendo muy conservador a pesar de los avances que se han trabajado. No ha sido un camino fácil, se han topado con resistencia del personal, críticas a su trabajo, argumentos fundamentalistas; pero a la vez, también han notado cambios a través de los años, han visto acuerdos que llevan a la práctica las políticas públicas y acciones afirmativas establecidas, fijas, visibles, que llevan a condiciones de igualdad reales y efectivas. 

Me gusta pensar que mi trabajo tiene un gran impacto porque el acceso a la justicia es un puente para el acceso a otros derechos y anhelos, para mejorar las condiciones de vida, es un derecho instrumental”, mencionó Sara.  

El Poder Judicial de Costa Rica tiene una política de justicia abierta, que es impulsada por Conamaj, que busca a través de la transparencia, el acceso a la información pública y a los datos abiertos para favorecer la protección de los derechos humanos. El año pasado, en conjunto con el proyecto Libre de Ser, se desarrolló un taller centroamericano con autoridades judiciales y activistas de sociedad civil para la creación de una hoja de ruta para el mejoramiento de datos sobre las poblaciones LGBTIQ+ de la región, que favorezcan su acceso a la justicia.

El taller fue para nosotros un gran impulso para articular un equipo de trabajo más amplio que creó una hoja de ruta que involucró la construcción participativa de variables, diseño de las mismas, ajustes tecnológicos y la definición de procesos de inducción y capacitación a lo interno y con la sociedad civil. Este año ya se espera lanzar un plan piloto con el apoyo de otras instancias del Poder Judicial”, afirmó Castillo.

Para que las mujeres tengamos un acceso efectivo a la justicia es crucial conocer nuestros derechos, tal como lo plantea Xinia: “Es necesario que las mujeres conozcamos todos los derechos que nos asisten para ser demandantes de los servicios y poder presionar a la institucionalidad para que cumplan con los compromisos que tienen y así, las instituciones busquen la congruencia entre sus políticas y lo que en la práctica nos pueden ofrecer a nosotras”. 

Compromisos urgentes

Es indispensable empujar al sistema para que se lleve a la práctica los compromisos que se deben adquirir para no dejar a nadie atrás, más allá del discurso.

Es una tarea permanente estar vigilante para que no se pierda lo que se avanza, yo tengo la sensación de que los derechos de las mujeres y de poblaciones en diversidad siempre están en aguas pantanosas; es vital estar alertas y no permitir que se echen para atrás los esfuerzos y avances que tantos años nos han tomado”, indicó Fernández. 

Costa Rica se acerca a una segunda ronda electoral y defender los avances que se han logrado en los últimos años debe ser una prioridad, no queremos que los candidatos negocien con nuestros derechos. Ahora más que nunca es urgente el compromiso del personal de las instituciones y la organización desde sociedad civil para no retroceder en la defensa de los derechos humanos y en cambio, seguir avanzando con paso firme para lograr igualdad de oportunidades, vivir todas en libertad, y en disfrute de nuestras diversidades

Xinia y Sarita en la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica.