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En un lapso de 3 días el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aprobó una Ley vía decreto que disminuye la pensión de las personas jubiladas e incrementa las contribuciones de trabajadoras y empleadoras. Esto provocó una serie de protestas pacíficas lideradas por personas jubiladas, estudiantes y otros grupos en Managua. En respuesta, fuerzas paramilitares del Gobierno (Juventud Sandinista) reprimieron violentamente a las personas manifestantes e hirieron a muchas de ellas, incluyendo a periodistas y defensoras de derechos humanos, como Ana Quirós (directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud).
Uso excesivo de la fuerza
La mano dura con la que respondió el Gobierno provocó que protestas más grandes se desarrollaran y se extendieran a otras ciudades nicaragüenses. Integrantes de la organización nicaragüense de derechos humanos CENIDH (aliado de Hivos a través del programa Nexos de la Embajada de los Países Bajos en Centroamérica) fueron arrestados. Periodistas del periódico digital Confidencial fueron atacados.
La policía y la Juventud Sandinista pasaron de utilizar balas de goma y gases lacrimógenos a violencia física y armas de fuego. Este uso excesivo de la fuerza provocó la muerte de 26 personas, más de 100 heridos, decenas de negocios saqueados y el cierre de varios medios de televisión independientes que realizaban labores de cobertura de las protestas.
Después de que Ortega revirtió la reforma del Seguro Social el pasado 22 de abril y acordó abrir un espacio de diálogo, la presencia de la policía aumentó. Las y los protestantes se mantuvieron firmes y solicitaron la restauración total del Estado de Derecho.
Por más de 30 años trabajando hacia el progreso en Nicaragua
Hivos ha trabajado en Nicaragua por más de 30 años. Durante este tiempo, hemos ayudado a construir el sueño de sociedades verdes y abiertas. Hemos apoyado personas y organizaciones que trabajan por los derechos de periodistas, mujeres, población LGBTI y personas indígenas. Hemos trabajado con mujeres que producen energía sostenible para sus familias y comunidades; además hemos trabajado incansablemente para incrementar la transparencia y la rendición de cuentas en el país.
Reducción de espacios de lucha social
Es por esto que estos hechos de extrema violación del derecho a la libertad de asociación, libertad de expresión y a la protesta social nos afecta inmensamente. Son parte de una tendencia creciente más allá de las fronteras de Nicaragua: la rápida reducción de los espacios para la ciudadanía y la sociedad civil a nivel mundial.
Por esta razón hacemos un llamado al Gobierno de Nicaragua para que:
- Cese el ataque contra las y los manifestantes
- Respete el derecho a la libertad de reunión y asociación (artículo 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos) y la libertad de expresión (artículo 19, DUDH)
- Conduzca investigaciones prontas, imparciales y transparentes para la identificación de las personas detrás de las muertes y los ataques, incluyendo a las posibles estructuras que les respaldan y llevarles ante la justicia
- Sea responsable y ponga un fin a las violaciones de derechos humanos y un fin a su impunidad
- Restaurar totalmente la libertad de expresión, incluyendo la reapertura de los medios independientes que fueron sacados del aire
Además, solicitamos a organizaciones de derechos humanos, agencias de cooperación, medios internacionales e independientes y a la ciudadanía de nicaragüense para que:
- Mantengan una vigilancia constante para prevenir acciones de represalia contra defensoras y defensores de derechos humanos y periodistas en Nicaragua
- Documentar, registrar y publicar todos los actos de violencia de manera transparente y objetiva
Coraje colectivo inspirador
Ninguna persona debería poner su vida en riesgo, mucho menos morir, en el ejercicio de sus derechos. Esperamos que finalmente la voz de estas personas sea escuchada y tomada en cuenta en las futuras decisiones económicas, sociales y ambientales. El coraje colectivo de Nicaragua nos inspira.