En la Amazonía ecuatoriana, el impacto de la pandemia de la COVID-19 es mayor y aún más complejo que en otros territorios en el país, por varios factores: solo el 40% de las poblaciones indígenas tienen acceso a servicios de salud y éste se encuentra condicionado por barreras geográficas, lingüísticas y culturales profundizadas por la falta de comprensión y empatía de los factores sociales y culturales que guían las actitudes y las prácticas de salud dentro de las comunidades. A esto se suma una serie de desigualdades socioeconómicas que enfrenta la población indígena, sumada a otras condiciones de vulnerabilidad, como resultado de un extractivismo desmedido, impidiendo, entre otras cosas, crecer y vivir en entornos saludables, debido a que i) destruyen su territorio y ponen en riesgo su hábitat, ii) contaminan sus fuentes de acceso a agua y alimentación segura, iii) significan una serie de amenazas a sus derechos y seguridad integral; iv) facilitan la propagación de enfermedades.
Los resultados de estas desigualdades, se evidencian en las estadísticas sanitarias: durante el primer año de pandemia, la tasa de prevalencia de COVID-19 ha sido alarmante. A esta realidad se suma una insuficiente capacidad de realización de pruebas diagnósticas y rastreo de contactos adecuado que permita el establecimiento de cercos epidemiológicos, lo cual es agudizado por las dificultades para el registro y reporte de información oportuna que permita la toma de decisiones. Incluso la información existente, no cuenta con una desagregación por etnia, limitando aún más la planificación de acciones de prevención culturalmente adaptadas y constituyéndose en una barrera para conocer con exactitud el impacto de la pandemia en los pueblos y nacionalidades.
El inicio de una nueva gestión gubernamental en el Ecuador se configura como un momento clave para potencializar una participación efectiva de los pueblos y nacionalidades indígenas de la Amazonía en la agenda de salud, a través de planes de acción conjuntos que integren las capacidades y conocimientos de la población indígena con las acciones que se planteen desde el Gobierno central (y sus niveles desconcentrados), los gobiernos locales, la sociedad civil y otros actores estratégicos.
En el marco de la implementación de la Ruta de la Salud Indígena Amazónica, Hivos pone a disposición de las autoridades este Policy Brief con insumos para el diseño de una estrategia integral de respuesta al COVID-19 en la región Amazónica.
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